2 Reyes 11 y 12: Cuando los valientes se levantan ante la negligencia espiritual

2 Reyes 11:17
Joyada hizo un pacto entre el SEÑOR, el rey y el pueblo, de que serían el pueblo del SEÑOR. También hizo pacto entre el rey y el pueblo. 18 Después todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y lo destruyeron. Rompieron por completo sus altares y sus imágenes, y delante de los altares mataron a Matán, sacerdote de Baal.
Luego el sacerdote designó oficiales para la casa del SEÑOR. 19 Después tomó a los jefes de centenas, a los careos, a los de la escolta real y a todo el pueblo de la tierra; e hicieron descender al rey desde la casa del SEÑOR. Entraron en la casa del rey por el camino de la puerta de los de la escolta real. Entonces el rey se sentó en el trono real. 20 Todo el pueblo de la tierra se regocijó, y la ciudad estaba en calma, después que a Atalía le habían dado muerte a espada en la casa del rey.
21 Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar.

Ya hemos visto varios reyes y reinas que fueron buenos y guardaron la palabra del Señor. Pero cuando el pueblo se alejaba de Dios se levantaban reyes y reinas malvadas que cometían toda clase de maldad. En este episodio vemos a una mujer que exterminó a sus hijos, hijastros, y todo aquel que siguiera en línea al trono. Ella lo hizo para tomar el poder y reinar con mano dura y derramando sangre inocente.
De forma milagrosa, la hija del rey Ocozías esconde a uno de sus hermanitos en el templo donde el sacerdote Joyada los protege arriesgando su vida. Y cuando ha cumplido la edad mínima para ser rey, Joas es entronizado de forma magnífica, en un evento lleno de drama suspenso y acción! La reina es derrotada y eliminada, para que comenzara una renovación en el liderazgo de Judá y un restauración espiritual en el pueblo.
En tiempos de oscuridad y libertinaje como los que estamos viviendo hoy en día, podemos inspirarnos en este gran sacerdote, en esta jovencita y en el grupo de guerreros que estuvieron del lado de la justicia y la verdad, que no se dejaron amedrentar por la maldad y amenazas de la reina, y que cumplieron el juicio de Dios. Esta reina simboliza el poder e influencia que el espíritu de maldad tiene sobre esta sociedad, y el sacerdote Joiada representa al pueblo de Dios a ese valiente que se levanta con sabiduría y al tiempo preciso para salvar al inocente y al desvalido, para proteger el remanente de la siguiente generación que debe ser nutrida y cuidada para que puedan cumplir el propósito de Dios en sus vidas.
Usa tu influencia, posición y sabiduría para hacer un plan de contraataque, para luchar y resistir las corrientes de este mundo que quieren destruir lo hermoso y divino que proviene de Dios.


En el siguiente capítulo podemos ver un ejemplo de lo fácil que es caer en esa condición de negligencia.
Después de que el rey Joas crece y quiere honrar a Dios restaurando el templo de Dios que había sido descuidado y profanado con imágenes de Baal y Asera, el rey mandó a que los levitas y sacerdotes, los líderes espirituales de la nación, comenzaran la ardua obra de restauración. Pero de forma increíble y vergonzosa, los sacerdotes no fueron buenos administradores de esta obra, por lo tanto, el rey tuvo que intervenir haciendo el reclamo a los líderes y cambió de administradores de la obra, dejando este trabajo a los restauradores para que ellos mismos sean los que administran los recursos y así terminaran la obra.
Leamos una parte de este capítulo:
2 Reyes 12:4
Entonces Joás dijo a los sacerdotes:
—Todo el dinero de las cosas consagradas que se trae a la casa del SEÑOR, tanto el dinero estipulado a cada hombre (el dinero del rescate de las personas) como todo el dinero que cada uno traiga voluntariamente a la casa del SEÑOR, 5 tómenlo para sí los sacerdotes, cada uno de parte de su administrador, y reparen ellos las grietas del templo donde estas se encuentren.
6 Pero sucedió que hasta el año veintitrés del rey Joás, los sacerdotes aún no habían reparado las grietas del templo. 7 Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Joyada y a los demás sacerdotes, y les dijo:
—¿Por qué no reparan las grietas del templo? Ahora pues, no tomen el dinero de sus administradores, sino denlo para reparar las grietas del templo.

Qué les parece? Esto hizo que se retrasara la restauración del templo y la utilización de este para la adoración a Dios. Esto realmente fue vergonzoso verlo.
Espero que podamos aprender de esto para no caer en el mismo error.
Así como Judá pasó de ser un pueblo oprimido a liberado, terminó siendo un pueblo negligente, disfrutando de la paz que gozaban en el momento y descuidaron la casa de Dios, símbolo del estado de la vida espiritual de la nación.
Tanto la opresión como la abundancia de tranquilidad impiden que Dios pueda bendecir más a su pueblo. Guiemos a nuestras familias para que no caigamos en idolatrías y rebeldía contra Dios pero que tampoco caigamos en el abuso de la libertad que disfrutamos en Dios y que nuestras vidas espirituales comiencen a agrietarse, y ni siquiera nos inmutemos, cayendo en un cinismo ocupandonos de nuestras vida personales, poniendo a un lado el trabajo que debemos hacer para renovar y mantener pulcra y limpia la casa de Dios que son nuestras vidas y nuestros hogares.

Filipenses 2
12...ocúpese en su salvación con temor y temblor; 13 porque Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el hacer para cumplir su buena voluntad.

Soy tu amigo Eduardo Rodríguez.

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