En este mundo en el que cada día se valora más el papel del individuo y menos el rol que jugamos dentro de nuestra familia es importante reconocer que el éxito o fracaso de nuestras familias depende de las decisiones que con ella tomemos y especialmente de las actitudes que tengamos al interior de nuestro hogar.

El secreto para sentir felicidad en el hogar es ser constantemente agradecidos por los pequeños detalles que hemos dejado de notar en los miembros de nuestra familia.

Debemos volver a notar y, muy importante, agradecer cada pequeño acto de amor o servicio que encontramos dentro de nuestro hogar.

Gracias a nuestras esposas, por su amor y su atención a nosotros, por las deliciosas comidas que nos preparan, por su dedicación y trabajo en nuestras casas, por organizar nuestros muebles, ropa y todo lo que hemos adquirido juntos para adornar nuestro hogar y hacer de nuestras casas un lugar hermoso y especial para reposar al llegar de nuestros trabajos.

Gracias por amarnos a pesar de las inevitables trampas que nos juega la vida y afecta, muy leve pero constantemente, nuestros jóvenes cuerpos haciéndonos cada día un poco menos esbeltos, menos guapos o menos fuertes, con el paso de los anos la belleza de la juventud va cediendo ante el irremediable paso del tiempo en nuestras vidas, por esas tiernas mentiras que escuchamos cuando nos dicen que aun somos atractivos para ellas, por eso les agradecemos enormemente.

Gracias a nuestros hijos, por darnos la oportunidad de ser padres, de ser tutores y mentores de la vida, la verdad es que no estamos preparados para los hijos, no sabíamos lo hermoso que era, solo teníamos una bella ilusión y no podíamos imaginar lo increíble y hermoso que es compartir con Dios el proceso de la creación, educación y crecimiento, no lo habíamos notado, gracias por aceptarnos como sus padres, por someterse a nuestras normas improvisadas, gracias por entender que solo queremos protegerlos del mal y darles felicidad en su futuro. Gracias por ayudarnos a comprender que solamente cuando somos padres podemos entender la responsabilidad que nos da la vida de amar a nuestros semejantes como nos amamos a nosotros mismos.

Gracias hijos por esforzarse en hacer lo correcto, por recordar en los momentos claves de la vida, que muy pronto, ustedes también van a tener la responsabilidad de ser padres de sus propios hijos y líderes en su propio hogar.

Gracias a nuestra familia cercana, por estar allí para apoyarnos, para cuidarnos y para preocuparse por nuestro bienestar. Ustedes son una parte muy importante de nuestra felicidad, de alguna manera todos somos parte de la felicidad de todos y la vida nos ha ensenado que recibimos solamente después de dar, y recibiremos solamente eso que desinteresadamente hayamos dado.





Gracias a la vida, que me ha dado tanto…

Gracias a las familias que nos siguen, sin ustedes no podríamos lograrlo.

Sigamos Adelante, sigamos en Familias con Éxito.



Carlos Orjuela