Hoy es lunes y... la verdad es qué no tenemos entrevistados. Pero, eso no es pretexto, por eso te traigo 5 fabulosas razones para competir en taekwondo.

Puede ser que te entre un poco de miedo, puede ser que pienses que no es lo tuyo, pero... competir tiene ese algo que pocas cosas te pueden dar. Entrenar artes marciales es genial y yo estoy convencido de que puedes tener un entrenamiento completo sin necesidad de asistir a torneos, pero, el sabor de la competencia. Es difícil de igualar.

Hay gente que es competitiva por naturaleza, ve una meta y trabaja para ella. Pero, si tú te lo piensas un poco más. Entonces debes de escuchar estas 5 fabulosas y poderosas razones para competir.

La primera...

Te das cuenta de que no eres tan bueno (o tan malo) como pensabas

Sí solo entrenas en tu gimnasio, no tienes un punto de referencia para saber cómo eres. A veces es lamentable como personas que en su vida compitieron se la pasen quejandose de los competidores olímpicos y destacados a nivel mundial. Escuchamos comentarios del estilo: Hasta yo lo hubiera hecho mejor.

Si quieres darte una buena dosis de realidad, sal y compite.

Te obligas a ser mejor.

Cuando te pones la meta de una competencia, hay una fecha para la que te tienes que preparar. Si entrenas sin ningún objetivo en mente quizás tardes más en obtener ciertas habilidades.

Pero, creo que a nadie le gusta ir y hacer el ridículo ¿O sí? Una competencia puede funcionar como una excelente motivación para dar lo mejor de ti, entrenar más, en nuestra entrevista con la profesor Angélica nos contó como le ayudaba a su amiga a hacer la tarea para que le pudiera ayudar a entrenar.

Conoces gente.

Muy importante, somos animales sociales, el mundo se mueve por contactos. Muchos de mis mejores los he hecho en el taekwondo, al principio mi circulo era más cerrado (los compañeros de mi clase), pero con las competencias tuve la oportunidad de hacer grandes amigos de otras escuelas y organizaciones.

No faltan los que se hacen novios (en México hay muchas mujeres que practican taekwondo) y no faltan los que terminan hasta casándose. Así que, en el peor de los casos, si no ganas un Campeonato Mundial al menos ganas una novia.

Conoces lugares.

Bueno, no tendría mucho sentido competir todo el tiempo en tu ciudad. Primero, porque siempre competirías contra los mismos y segundo... que aburrido.

Una de las mejores cosas de competir es viajar, conocer otros lugares. Mínimo ciudades cercanas a donde vives. Quizás de algunos lugares sólo conozcas el auditorio, gimnasio, coliseo en donde se vaya a realizar el torneo pero por lo regular siempre da tiempo de al menos ir a cenar algo rico saliendo del pesaje.

No vale decir que no hay dinero para competir, siempre se encuentra la forma. Hay gente que trabaja, viaja en camionetas de redilas, se hace lo necesario pero cuando se tienen ganas las cosas se hacen.

Enfrentas a tus miedos.

No es lo mismo hacer un combate en la comodidad del gimnasio, que en un lugar desconocido, quizás con un público hostil o quizás contra un competidor mejor que tú. Lo mismo aplica para el poomsae.

Una vez que compitas contra ese famoso, del que todos hablan, quizás te des cuenta de que no pasa nada. Que es de carne y hueso y que tiene sus debilidades. También te conoces a ti mismo en situaciones de tensión.

Una razón extra.

Ganarte un uniforme, pants, de que representas a tu escuela, estado, provincia, país, continente, planeta, galaxia lo que sea es algo que te llena de orgullo. Personalmente fue algo que me llevó a empezar a competir, una amiga tenía una chamarra que decía Querétaro y pues... le pregunté que hizo para ganársela.