El perrito caliente de Costco de 1,50 dólares desafía a la inflacion y no sube de precio desde 1985
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En un tiempo de inflación desbocada, cuesta encontrar productos que lleven meses, años, y ya no digamos décadas, sin subir de precio. Pues eso es lo que ha hecho la...
show moreLa historia de Costo se remonta al año 1983, cuando es fundada en Seattle por Jim Sinegal, un entusiasta del comercio minorista, y el abogado y empresario Jeff Brotman, que también contaba con experiencia en el sector. La peculiaridad de esta cadena de supermercados es que se trata de un club de precios, que se basa en un sistema de socios, o suscriptores, que deben pagar una cuota para poder comprar sus productos.
Este concepto había nacido poco antes, inventado por el empresario Sol Price, a su vez mentor y gran valedor de Sinegal, que se dio cuenta que el sistema de ventas para mayoristas se podía adaptar al cliente final, que estaría dispuesto a pagar una cuota a cambio de poder acceder a productos a precios bajos y un amplio catálogo.
El éxito de Costco fue espectacular e inmediato. Fue la primera empresa del mundo en alcanzar los 3.000 millones anuales en ventas en menos de 6 años. Sinegal, además, se caracterizaba por un sistema de dirección benévolo, siguiendo el principio de que, si los empleados reciben un buen trato, a su vez tratarán y atenderán bien a los clientes. De hecho, los trabajadores de Costco siempre han tenido condiciones de trabajo por encima de las que marca el sector en Estados Unidos.
Con el fin de atraer a nuevos clientes dispuestos a pagar la cuota, introduce en 1985 comida ya preparada, para consumir en el establecimiento. Y el primer producto que ofrecieron fue un perrito caliente, y fue todo un éxito. Ofrecía un combo de un perrito caliente de cuarto de libra, con un refresco, por un precio de 1,50 dólares.
Han pasado 37 años, y ese menú, inmune a cualquier evolución de precios y a la inflación, sigue costando lo mismo. Con la particularidad de que además ahora es más grande, y el refresco se puede rellenar infinitamente, o refill, como se dice ahora. Si se ajustase el precio al IPC, ahora tendría que venderse por unos 4,20 dólares.
Con esta política de precios, han logrado vender cada año más de 100 millones de estos perritos calientes, superando en algunos cursos los 130 millones. Son más de los que venden, por ejemplo, todos los equipos juntos de la liga de baseball.
Mucha gente cree que se trata de una estrategia para atraer clientes, ya que quien acuda a comerse uno de estos perritos estará tentado de comprar algo más ante las ofertas disponibles en el supermercado. Pensarán incluso que a Costco le merecería la pena incluso vender a pérdidas con este objetivo. Y es correcto, al menos la primera parte. Porque como confirmó en cofundador de la compañía en una entrevista en 2009, su supermercado nunca vende a pérdidas. Lo que sí han hecho es ajustar el margen de beneficio de este perrito caliente, pero aun así, con tantos millones vendidos cada año, los beneficios no son menores.
Además, a diferencia de otras empresas que para no aumentar los precios de sus productos reducen su calidad, Costco ha tratado de evitar ese paso. ¿Cómo lo ha hecho? Aprovechando su tamaño para negociar. Por ejemplo, ha dejado de trabajar con proveedores que se negaban a mantener los precios bajos. Y cuando ya eran conscientes de que se trataba de uno de sus productos estrella, construyeron sus propias plantas de fabricación, primero una en Los Ángeles y luego otra en Chicago. También lograron negociar mejores condiciones para la compra de panes, ketchup o mostaza.
En algún momento también cambiaron la forma de servir el refresco, como comentábamos, que al principio se servía en lata, y luego en grifo. Y en el lado más negativo y que más críticas suma entre los clientes, dejaron de ofrecer gratis condimentos como la cebolla o el chucrut.
Una anécdota para entender la importancia de mantener el precio de los perritos calientes la protagonizó el propio Sinegal. En 2011 dejó la dirección ejecutiva de la compañía, pero se mantuvo como asesor hasta 2018, cuando se retiró definitivamente. Ese año, en una charla con su sucesor, su colega W. Craig Jelinek, este le propuso la idea de subir el precio de los perritos. La respuesta de Sinegal no pudo ser más contundente: "Si subes el precio del puto perrito caliente te mataré. Atrévete a averiguarlo".
De esta forma, el perrito caliente se ha consolidado como el producto estrella de Costco. Tan relevante es que, hace un par de años, en pleno auge de los troleos bursátiles gestionados en foros de internet, con el caso Gamestop como el más relevante, Costco vivió un proceso similar. Una cuenta parodia difundió que el supermercado iba a subir el precio de los perritos, de 1,50 a 2,50 dólares. Como consecuencia, las acciones de la compañía se hundieron más de un 10% rápidamente.
En su proceso de expansión internacional, también apuesta por la presencia del menú de los perritos calientes en sus tiendas. En el caso de España, donde cuenta con varios establecimientos, la oferta es de 1,50 euros por el perrito, aunque no incluye la bebida, que cuesta 30 céntimos más. La receta es la tradicional americana, un poco diferente de la que puede encontrarse en otros restaurantes españoles, e incluye cebolla, pimiento y pepinillos.
No se puede negar que la estrategia de Costco es todo un éxito. Suma casi 120 millones de suscriptores en todo el mundo, y se ha convertido en la segunda cadena de supermercados que más vende, tras superar a Carrefour hace unos años, y tan solo por detrás de Walmart.
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Author | elEconomista |
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