Somos una bodega Boutique que elabora vinos de media y alta gama, con una producción anual de 100.000 botellas anuales con destino nacional e internacional. Los vinos, 100% del Valle de Uco, provienen de viñedos propios situados en La Consulta y Altamira, y de viñedos de terceros de diferentes zonas dentro del valle tales como Gualtallary, El Peral, Pampa el Cepillo, Chacayes, etc. El proyecto está a punto de cumplir 10 años, si bien muy joven, tenemos un camino recorrido comunicando el vino de una forma fresca y relajada. La intención siempre ha sido "desacralizar" el ritual del vino y transmitir lo que se vive alrededor del mismo en lo cotidiano: disfrute, alegría y buenos momentos. El Equilibrista, nuestra primer etiqueta (lanzado al mercado en 2012), con sus líneas circenses "El Joven, El Sensacional y El Gran Equilibrista", fue el punto de partida para encauzar esta filosofía de descontracturar el vino y que nos permitió, al mismo tiempo, hablar de lo que llevamos a cabo con tanta pasión: ser viticultores y elaboradores de vino de calidad. El equilibrio es un concepto que atraviesa de punta a punta el proceso de producción. En esa libertad, fuimos creciendo en nuevos productos, vinos distintos, cortes especiales, a los que les fuimos poniendo, bajo la misma tónica circense etiquetas igual de novedosas que el contenido del líquido de la botella. Hoy en día la marca tiene un espacio especial, donde todos los años colocamos todos estos vinos especiales por demás, comunicados de una forma igualmente especial. En 2015 terminamos de armar la pequeña bodega en la finca de La Consulta, y con ese abanico de personajes de circo que teníamos fue donde nos decidimos por el nombre: "Wine y Circo, vinos con alegría". Actualmente las etiquetas de Wine y Circo, son una función en sí misma cada una. Tenemos el Presentador, y las diferentes funciones, Platea, Palco, Función especial, etc. Todos diversos vinos, de diferentes terruños, perfiles y precios, para todo tipo de consumidor. En 2017 lanzamos nuestro espacio de turismo, con un portal de circo armado con containers que supieron llevar vinos argentinos a diferentes puntos del planeta, para transformarlos en sala de cata y showroom de producto.